Los primeros desarrollos de la argumentación en forma sistemática se hallan en la GRECIA ANTIGUA, pero data desde la más remota antigüedad humana, como lo atestiguan algunos pasajes de la Biblia. Así comienza el resumen de este interesante texto, que pasa por temas como la dialéctica y retórica aristotélicas, inventio, tópica, dispositio, elocutio, lógica y discurso argumentativo, pragmática, ideología, modalidades, entre otros.
Circunstancias políticas, sociales y económicas posibilitaron que varios ciudadanos declararan juicios al Estado surgiendo intelectuales, maestros de la palabra, encargados de persuadir a los jurados sobre opiniones. Entre los más famosos estaban Empédocles, Córax, Tisias y posteriormente los llamados sofistas, como Gorgias, Protágoras e Isócrates. La línea filosófica de Sócrates, Platón y Aristóteles terminaron imponiéndose en la historia, por lo que recién en este siglo se volvió a recuperar el importante aporte de los sofistas.