El Evangelio de Marcos da testimonio de que Jesucristo es el Hijo de Dios y Dios mismo. También da testimonio de que es nuestro Salvador. Así que podemos ver que el autor del Evangelio de Marcos está dando testimonio de Jesús y de que es el verdadero Dios y nuestro Salvador. Por eso me gustaría dar testimonio de este Jesucristo manifestado en el Evangelio de Marcos basándome en el Evangelio del agua y el Espíritu. Lo que es obvio es que la verdad central del cristianismo se encuentra en el Evangelio del agua y el Espíritu. Jesús le dijo a Nicodemo: «De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios» (Juan 3:5).