En esta nueva etapa de la vida de Elena, ya no son los días sino los sueños los que se refugian para no ser atropellados por la pasión con la que da rienda suelta a su lado más sexual.
Encarnizadas peleas internas, que intentan dominar la lujuria que moldea miles de fantasías sexuales en el interior de su ardiente cuerpo. Armarios que quedaron sin puertas para siempre, convirtiéndola así en una sumisa nada convencional. Llaves de grilletes, fundidas en lo más profundo de sus deseos, que forjan aquella armadura que solo el verdadero amor de su señor puede traspasar para someterla.