Jesús Alveaga nos invita a viajar, nos convida su travesía. Nos lleva en su nave sonora, a ritmo delirante, por rutas clandestinas de un espacio turbulento. Rodus en el radar. Rodus en la mira.
Para llegar a Rodus hemos de entrar en las dimensiones oscuras y luminosas del alma y del deseo. Seremos dioses lujuriosos, animales al acecho.
No te ajustes el cinturón, asume el riesgo. Bienvenida, bienvenido a bordo.